La fascitis plantar es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón. Afecta a un amplio espectro de la población, desde atletas de élite hasta personas con ocupaciones sedentarias. Ese dolor punzante en la mañana, al dar los primeros pasos, es una experiencia incapacitante que millones de personas reconocen. Comprender esta afección es el primer paso fundamental para tratarla eficazmente y recuperar la calidad de vida. En este artículo profundizamos en qué es la fascitis plantar, sus causas, síntomas y, lo más importante, las opciones de tratamiento y prevención.

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido elástico que recorre la planta del pie desde el talón (calcáneo) hasta la base de los dedos. Su función es actuar como un amortiguador, absorbiendo el impacto que genera nuestro peso al caminar, correr o saltar. Además, da soporte al arco longitudinal del pie, ayudando a impulsar el paso durante la deambulación.

Cuando esta fascia se somete a tensiones excesivas y repetitivas, se producen microdesgarros en su inserción en el hueso del talón. La respuesta del cuerpo a estas lesiones repetidas es la inflamación, que se manifiesta como dolor y rigidez.

Tipos

Fascitis plantar proximal

Es el tipo más común. El dolor se localiza específicamente en la parte interna del talón, justo en el punto donde la fascia plantar se inserta en el hueso calcáneo. A menudo está asociada a la presencia de un espolón calcáneo, aunque el espolón no es el causante directo del dolor.

Fascitis plantar medial

La inflamación y el dolor se concentran en el arco del pie, a lo largo de la porción medial de la fascia. Este tipo es común en personas con pies planos o con un arco muy pronunciado.

Fascitis plantar bilateral

Aunque es menos frecuente, algunas personas pueden desarrollar la afección en ambos pies simultáneamente. Esto suele estar relacionado con factores sistémicos o condiciones subyacentes.

Causas y factores riesgo

Sobrecarga biomecánica

Las actividades que implican un impacto repetitivo en el talón y los tejidos adheridos son un desencadenante primario. Correr largas distancias, el ballet o trabajos que exigen estar de pie o caminando durante muchas horas.

Anomalías en la biomecánica del pie

La forma natural del pie es un factor crucial. Tener pies planos, pies cavos o incluso una alteración en la forma de caminar afecta directamente a la distribución del peso. Esto puede poner una tensión adicional anormal en la fascia plantar.

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Factores intrínsecos y de salud

La edad juega un papel importante, ya que la elasticidad de la fascia disminuye con los años, siendo más común entre los 40 y 60 años. El exceso de peso ejerce una presión constante y enorme sobre la estructura del pie. Otras condiciones como la diabetes y el embarazo también aumentan el riesgo.

Síntomas

El cuadro sintomático de la fascitis plantar incluye dolor punzante en la parte interna del talón, dolor matutino o tras periodos de inactividad, que suele ser más intenso con los primeros pasos al levantarse de la cama.

El dolor también mejora con la actividad, pero empeora después de una larga jornada o actividad física intensa, dolor a la palpación y rigidez con sensación de tensión y falta de flexibilidad en la planta del pie.

Diferencia hay entre fascitis plantar y espolón calcáneo

No son lo mismo, aunque pueden estar relacionados. La fascitis plantar es la inflamación del tejido blando (la fascia), mientras que el espolón calcáneo es una protuberancia ósea (exostosis) que se forma en el hueso del talón (calcáneo), precisamente en la zona donde se inserta la fascia plantar.

Diagnóstico y evaluación médica

Un médico, traumatólogo o podólogo puede diagnosticar la fascitis plantar mediante el análisis de la historia clínica y exploración física. El especialista preguntará por la naturaleza del dolor y palpará el pie para localizar el punto de máximo dolor, que suele ser muy específico, también se debe observar cómo camina y se para el paciente.

Las pruebas de imagen no siempre son necesarias, pero se usan para descartar otras causas como fracturas por estrés o atrapamiento nervioso. En una radiografía se puede mostrar un espolón calcáneo, pero como se ha dicho, no confirma la fascitis. La ecografía musculoesquelética es muy útil porque permite visualizar la fascia plantar engrosada e inflamada en tiempo real, y la resonancia Magnética (RNM) se reserva para casos graves o atípicos, ya que muestra con gran detalle tanto los tejidos blandos como el hueso.

Tratamientos para la fascitis plantar

Medidas conservadoras iniciales

Se debe mantener un reposo relativo, y reducir actividades de alto impacto. Se puede usar hielo en la zona dolorida durante 15 a 20 minutos, 3 o 4 veces al día, especialmente después de la actividad.

Se pueden usar antiinflamatorios no esteroideos para controlar el dolor y la inflamación en la fase aguda, pero no curan la causa subyacente.

Y los estiramientos son una piedra angular del tratamiento.

Terapias físicas y de soporte

La fisioterapia emplea técnicas como masajes de liberación de la fascia, ultrasonidos, vendajes neuromusculares (kinesiotaping) y diseñar un plan de ejercicios personalizado.

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Se pueden usar férulas nocturnas, dispositivos que mantienen el pie en flexión (90 grados) durante la noche, impidiendo que la fascia se contraiga. Esto reduce drásticamente el dolor matutino.

Además, un podólogo puede diseñar plantillas a medida que corrigen problemas biomecánicos, soportan el arco plantar y redistribuyen las presiones, aliviando la tensión sobre la fascia.

Tratamientos invasivos

Para casos resistentes (alrededor del 10%) que no mejoran después de 6-12 meses de tratamiento conservador pueden usarse las inyecciones de corticosteroides que proporcionan un alivio potente y rápido de la inflamación, la terapia por ondas de choque extracorpóreas (ESWT) que aplica ondas de sonido de alta energía en la zona del talón para estimular la cicatrización y romper el tejido cicatricial, las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) donde se inyecta un concentrado de las propias plaquetas del paciente para aprovechar los factores de crecimiento naturales y promover la regeneración del tejido dañado y la cirugía, es el último recurso. Implica liberar parcialmente la fascia plantar (fasciotomía) para aliviar la tensión. Se realiza en muy pocos casos.

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¿Qué remedio casero es bueno para la fascitis plantar?

Masajes con objetos fríos

Rodar una botella de agua congelada o una lata fría bajo la planta del pie durante 10 a 15 minutos. Esto combina el masaje de estiramiento con el efecto antiinflamatorio del frío.

Auto masaje y liberación miofascial

Además de la botella congelada, se puede usar una pelota de tenis o de golf para masajear la planta del pie, aplicando una presión firme pero tolerable. Esto ayuda a liberar las tensiones y romper adherencias.

Baños de contraste

Sumergir el pie alternando entre agua caliente (3 a 4 minutos) y agua fría (1 minuto) durante varios ciclos. Esto mejora la circulación sanguínea, reduce la inflamación y alivia el dolor.

Ejercicios y estiramientos recomendados

Estiramiento de la fascia plantar

Sentado, se cruza la pierna afectada sobre la otra rodilla. Se sujetan los dedos del pie y se tira de ellos suavemente hacia la espinilla hasta notar tensión en el arco. Se mantiene por 30 segundos y se repite 3 veces.

Estiramiento de gemelos y sóleo

De pie frente a una pared, coloca las manos en la pared. Da un paso atrás con la pierna afectada, manteniéndola recta y con el talón en el suelo. Inclínate hacia la pared hasta notar el estiramiento en la pantorrilla. Para estirar el sóleo (músculo más profundo), flexiona ligeramente la rodilla de atrás. Mantén cada estiramiento 30 segundos.

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Reforzamiento con toalla

Sentado con la pierna estirada, coloca una toalla en la planta del pie. Tira de los extremos de la toalla hacia ti, manteniendo la rodilla recta y mantén por 30 segundos. Este ejercicio también fortalece la musculatura intrínseca del pie.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Cuánto tiempo tarda en curarse la fascitis plantar?

La mejoría suele notarse a las pocas semanas de tratamiento, pero la recuperación completa puede llevar de 6 a 12 meses.

¿Cómo puedo eliminar la fascitis plantar en 72 horas?

No existe una cura milagrosa que elimine la fascitis plantar en 3 días, ya que es una lesión por sobreuso que implica microdesgarros. Sin embargo, se puede lograr una mejoría significativa del dolor en ese tiempo combinando reposo relativo, aplicación constante de hielo, estiramientos suaves y uso de calzado adecuado.

¿Cuál es el mejor antiinflamatorio para la fascitis plantar?

Los AINEs de uso tópico pueden ser efectivos para el alivio local del dolor con menos efectos secundarios sistémicos. Los orales también se usan, pero siempre deben tomarse bajo supervisión médica y por periodos cortos.

¿Cuánto tiempo se debe tener de reposo por fascitis plantar?

El reposo debe ser relativo. Se debe evitar correr, saltar o estar de pie por tiempo prolongado, pero es contraproducente la inmovilidad total.

¿La fisioterapia ayuda en la recuperación?

La fisioterapia no solo alivia el dolor con técnicas manuales y electroterapia, sino que corrige los problemas biomecánicos, enseña estiramientos y ejercicios de fortalecimiento correctos, y previene las recaídas.

¿La fascitis plantar se cura sola?

En algunos casos leves, puede mejorar con el tiempo si se elimina la actividad que la causó. Sin embargo, no suele resolverse por completo sin un tratamiento activo.

Conclusión

La fascitis plantar es una lesión debilitante pero con un pronóstico excelente cuando se aborda de forma correcta y temprana. La paciencia y la constancia son las claves del éxito.Escuchar a tu cuerpo y buscar el consejo de un profesional de la salud te guiará por el camino más rápido hacia la recuperación y te permitirá volver a caminar y a realizar tu actividad favorita sin dolor.

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