La hernia discal es una de las afecciones que se presenta de manera más común en la columna vertebral, y es una de las principales causas del dolor lumbar y ciático. Según datos de estudios, alrededor del 2 al 3% de la totalidad de la población llegará a sufrir de una hernia discal en algún momento de su vida, siendo esta una afección más frecuente entre personas adultas que se encuentran entre los 20 y los 50 años.
Esta condición es la que ocurre cuando el núcleo pulposo, es decir, la parte blanda de un disco invertebral, se desplaza y presiona las raíces nerviosas o la médula espinal, lo cual puede generar dolor, una sensación de debilidad muscular e incluso alteraciones a nivel neurológico.
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber acerca de la hernia discal, estaremos explorando desde qué es una hernia discal, cuáles son sus tipos, sus causas, qué síntomas presenta y hasta cómo es su diagnóstico, qué tratamientos hay disponibles para la hernia discal en la actualidad y cómo se puede prevenir su aparición o su empeoramiento.
¿Qué es una hernia discal?
Los discos invertebrales son las piezas que actúan como los amortiguadores entre las vértebras, y estos son los que permiten el movimiento de estas y tienen la función de proteger la columna de los impactos. Cada uno de estos discos contiene un anillo fibroso externo y un núcleo gelatinoso interno, que se caracteriza por ser gelatinoso.
Una hernia discal es la afección que ocurre cuando el anillo fibroso externo se desgarra o se debilita, o cuando el núcleo pulposo se sale de su posición normal, lo que así comienza a comprimir los nervios cercanos.
Esta afección puede ocurrir en cualquier parte de la columna, sin embargo, es más común que se produzca en la región lumbar, es decir, en la zona baja de la espalda, en las vértebras L4-L5, L5-S1, y en la región cervical, en las vértebras del cuello C5-C6 Y C6-C7.
Tipos
Según la localización
Puede darse una hernia discal lumbar, la cual causa dolor lumbar y ciática, con un dolor que puede irradiar desde la región lumbar y hasta la pierna. También puede darse una hernia discal cervical, la cual provoca dolor en el cuello, en los hombros y en los brazos, y la hernia discal torácica que es muchos menos frecuente que las otras dos ya mencionadas, y que puede afectar y causar dolor en la zona media de la espalda.
Según la gravedad y forma
Según este tipo de clasificación, una protrusión discal ocurre cuando el núcleo se desplaza pero el anillo fibroso no llega a romperse por completo. Una extrusión discal es la que ocurre cuando el núcleo se sale del disco pero sigue permaneciendo conectado a este. Y por último, un secuestro discal es el que ocurre cuando algunos fragmentos del núcleo se separan y pueden llegar a migrar, comprimiendo de esta manera los nervios muy gravemente.
Causas
Las causas que provocan una hernia discal pueden ser de múltiples tipos. Algunos de los factores más comunes que incluyen son la degeneración natural debido al envejecimiento, que causan la pérdida de la hidratación discal. El realizar movimientos bruscos o levantar el peso de manera incorrecta pueden causar la flexión de los discos o la torsión simultánea.
Otro factor que puede causar una hernia discal es el sufrir de algunos traumatismos como accidentes o caídas, y también hay factores genéticos que pueden predisponer a una persona a sufrir de una mayor debilidad discal, y de desarrollar por ello hernias discales.
Factores de riesgo
Edad
Debido al proceso natural que conlleva el envejecimiento, los discos de la columna van perdiendo su elasticidad, por lo que desde los 30 a los 50 años se encuentra una persona en una edad de mayor riesgo de desarrollar una hernia discal.
Obesidad
El exceso de peso aumenta la carga que debe soportar la columna, y puede causar su desgaste.
Sedentarismo
La falta de ejercicio puede causar el debilitamiento de la musculatura que sostiene la espalda, cargando de más a la columna y afectando a los discos invertebrales.
Trabajos físicos exigentes
Si se realizan levantamientos repetitivos de paso, y de mala manera, estos pueden afectar negativamente a los discos de la columna.
Tabaco
El consumo de tabaco causa la reducción del flujo sanguíneo hacia los discos, lo cual acelera su proceso de degeneración.
Síntomas
Generales
Los síntomas generales de una hernia discal suelen incluir el dolor localizado en la zona afectada, como en la zona lumbar o en la cervical, y la sensación de rigidez muscular en la zona además de dificultades y limitaciones en el movimiento.
Específicos
Los síntomas de una hernia discal también pueden ser más específicos según su localización.
De esta manera, para una hernia discal lumbar, los síntomas pueden incluir la ciática, que es el dolor que se irradia desde la parte baja de la espalda y llega hasta el pie, la sensación de hormigueo o la debilidad en las piernas y, en casos graves, la pérdida de control de los esfínteres, lo que se conoce como síndrome de cauda equina.
En el caso de una hernia discal cervical, el dolor se produce en el cuello y se llega a extender hasta los hombros y los brazos, y además pueden producir entumecimiento o debilidad en las manos.
¿Cómo saber si la hernia discal es grave?
Hay algunos síntomas que pueden indicar una mayor gravedad en la hernia discal, y que indican que se debe buscar atención médica de manera urgente, como lo son la pérdida de fuerza en los brazos y en las piernas, el presentar un síndrome de cauda equina, que causa incontinencia urinaria o fecal, y el sufrir de un dolor de tipo incapacitante que no mejora a pesar de mantenerse en reposo.
Evaluación médica y diagnóstico
La evaluación médica implica un examen físico en el que se realizan pruebas de reflejos, de fuerza y de sensibilidad, y un test de elevación de la pierna estirada, o signo de Lasègue, que se utiliza para detectar la compresión nerviosa.
Además, se pueden realizar pruebas de imagen como una resonancia magnética (RM) que es el método más preciso para visualizar la hernia, una tomografía computarizada (TAC) que es una buena alternativa si es que no hay la posibilidad de realizar una resonancia magnética disponible, y radiografías que, si bien no muestran discos, pueden descartar fracturas o malformaciones.
¿Qué complicaciones tiene una hernia discal?
Una hernia discal suele conllevar algunas complicaciones como una ciática persistente, con un dolor crónico en la pierna, una debilidad muscular permanente debido al daño nervioso, el síndrome de cauda equina, que ya representa una emergencia de tipo quirúrgica y una limitación funcional pues causa dificultad para caminar o para mover los brazos.
¿Cómo se corrige?
Tratamiento conservador
Este es el tratamiento no quirúrgico que implica reposo relativo, para evitar actividades agravantes y no prolongar la inmovilidad, el uso de medicamentos como antiinflamatorios, relajantes musculares i es que hay espasmos, abalgésicos más fuertes en casos severos o infiltraciones epidurales como corticoides para reducir la inflamación.
También se recomiendan los ejercicios de McKenzie, que son fortalecimientos del core y estiramientos, y electroterapia, ultrasonido o terapia manual.
Cirugía
Esta es la última opción que se considera solo si hay una pérdida de fuerza progresiva, el dolor no mejora tras 6 a 12 semanas de tratamiento conservador o existe un síndrome de cauda equina. Se puede realizar una microdiscectomía, en la que se extrae el fragmento herniado, una laminectomía, que es una descompresión del canal espiral o la fusión vertebral en casos de inestabilidad.
Tratamientos alternativos
La acupuntura puede aliviar el dolor en algunos pacientes, la osteopatía consiste en manipulaciones controladas que pueden mejorar la movilidad y el pilates o el yoga ayudan a fortalecer los músculos sin impacto.
Prevención y cuidados a largo plazo
Postura y ejercicio
Se debe mantener la espalda recta al sentarse y evitar encorvarse. Además, se deben realizar ejercicios regularmente como natación, caminata o fortalecimiento lumbar. También se recomiendan las pausas activas si se trabaja sentado.
No fumar
El consumo de tabaco acelera la degeneración de los discos de la columna.
Levantar peso
Al levantar el peso se debe realizar de manera correcta, flexionando las rodillas y no la espalda.
Controlar el peso
El mantener un exceso de peso causa una mayor carga en la columna vertebral.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Se puede curar una hernia discal sin cirugía?
Sí, en el 90% de los casos una hernia discal puede mejorar con reposo, medicación y fisioterapia.
¿Cuánto tiempo tarda en sanar?
Con un tratamiento conservador se suele mejorar en unas 4 a 6 semanas, pero esto varía según la gravedad del caso.
¿Una hernia discal puede causar parálisis?
Solo en casos extremos, si se presenta una compresión severa de médula o cauda equina.
¿Cuándo debo operarme?
Si se presenta una pérdida de fuerza, un dolor insoportable o incontinencia.
¿Es lo mismo una hernia discal que una ciática?
No, la ciática es un síntoma causado por la compresión del nervio ciático, en muchas ocasiones, pero no siempre, se debe a una hernia discal.
¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer el dolor de una hernia discal?
El dolor puede desaparecer en algunos días o semanas, pero en casos crónicos requiere de manejo prolongado.
¿Las hernias discales pueden reaparecer tras la cirugía?
Sí, en un 5 a 10% de los casos reaparecen, sobre todo si no se corrigen los malos hábitos posturales.
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Conclusión
La hernia discal es una condición tratable que no suele requerir cirugía. Con un tratamiento con enfoque multidisciplinario se puede recuperar la funcionalidad y reducir el dolor.
Si tienes síntomas graves o persistentes, debes consultar a un especialista lo antes posible. La prevención es la clave, debes cuidar de tu espalda desde ya para evitar problemas a futuro.
