Dentro de las múltiples opciones de terapias alternativas disponibles en la actualidad, la moxibustión destaca por sus múltiples beneficios, usos y la larga historia que la acredita, por lo que se ha vuelto cada vez más popular en el mundo occidental.

En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber acerca de esta interesante técnica, desde su origen milenario, para quiénes se recomienda, cómo es el proceso, y sus posibles contraindicaciones, para que así puedas acceder a este servicio con total confianza.

¿Qué es y para qué sirve la moxibustión?

La moxibustión es una terapia ancestral perteneciente a la Medicina Tradicional China (MTC), que utiliza el calor generado por la combustión de la hierba Artemisia vulgaris (o Artemisia argyi, conocida como “moxa”) para estimular puntos específicos del cuerpo, conocidos como puntos de acupuntura o meridianos energéticos. Esta técnica busca equilibrar el flujo del Qi (energía vital), promover la circulación sanguínea y activar los mecanismos naturales de autocuración del organismo.

Al aplicar calor en zonas estratégicas, la moxibustión produce vasodilatación, lo que aumenta el flujo sanguíneo local y así oxigena los tejidos y acelera la recuperación muscular. La moxibustión también aporta en la liberación de endorfinas, lo que se traduce en reducción del dolor y aumento de relajación. Otro de los efectos que tiene es el de la regulación del sistema nervioso, pues estimula respuestas parasimpáticas; además fortalece las defensas al activar células como los linfocitos y estimular la producción de glóbulos blancos. Es por eso que es comúnmente usada para tratar dolores musculares y articulares como la artritis y lumbalgia; problemas digestivos, trastornos ginecológicos como el dolor menstrual, y la infertilidad; estrés, fatiga crónica y también para reforzar el sistema inmunológico.

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Origen y evolución

La moxibustión se originó en China hace más de 2,500 años, se menciona en textos clásicos como el Huangdi Neijing (Canon de Medicina del Emperador Amarillo). Con el tiempo, se expandió a Japón, Corea y otros países asiáticos, adaptándose a diferentes estilos terapéuticos.

Aunque la moxibustión llegó a Europa en el siglo XVII a través de misioneros jesuitas, no fue hasta el siglo XX cuando ganó relevancia científica y hoy, luego de muchos años, es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una terapia complementaria efectiva y se combina con la acupuntura en muchos tratamientos. De hecho, alrededor del año 2010, estudios en Harvard Medical School y el Journal of Pain Research confirmaron su eficacia para aliviar osteoartritis y dolor lumbar, con mecanismos similares a la termoterapia médica.

Con el paso de los años, la técnica ha evolucionado para modernizarse y adaptarse a estándares de seguridad y, actualmente, esta terapia se practica en hospitales integrativos, clínicas de fisioterapia, y centros de bienestar.

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Beneficios

Alivia el dolor crónico

El calor penetrante de la moxa reduce la inflamación y relaja los músculos, por lo que es útil en casos de artrosis, ciática o contracturas difíciles de soltar.

Mejora la circulación sanguínea

Gracias a la vasodilatación que produce, estimula el flujo de sangre y energía, favoreciendo la oxigenación de tejidos y la recuperación muscular.

Equilibra el sistema digestivo

Ayuda en casos de estreñimiento, indigestión o síndrome de intestino irritable al regular el Qi digestivo.

Fortalece el sistema inmunológico

Promueve la producción de glóbulos blancos en el cuerpo, aumentando las defensas naturales y fortaleciendo así las barreras del sistema inmunológico.

Reduce el estrés y la ansiedad

Armoniza el sistema nervioso y aporta en la liberación de endorfinas, ya que ayuda a inducir una relajación profunda y puede alejar las tensiones que produce el estrés y la ansiedad, llevando al paciente a un estado de paz y calma.

Tipos

Moxibustión directa

En este tipo de terapia, se coloca un cono o cilindro de artemisa directamente sobre la piel (con protección para evitar quemaduras). Es la más potente pero requiere experiencia profesional para evitar riesgos.

Moxibustión indirecta

Esta se puede hacer con distintos elementos tales como aguja, rodillo o puro, o con sal o jengibre. En esta modalidad se acerca la moxa encendida a los puntos pero sin contacto directo, o se interpone un material entre la piel y la moxa para suavizar el efecto.

¿Cómo se hace la moxibustión?

Diagnóstico previo

El terapeuta realizará un examen de lengua, la toma de pulsos radiales, un análisis de zonas de dolor y corroborará la historia clínica completa, prestando especial atención a alergias, medicación y condiciones de piel. Así realizará el diagnóstico para identificar los puntos a tratar según los síntomas del paciente.

Preparación del material

El terapeuta determinará los materiales necesarios para la sesión, como la moxa necesaria, las barreras térmicas, el termómetro cutáneo infrarrojo, un extintor clase D y alcohol 70º para limpieza, y luego corroborará una buena preparación del entorno, con una ventilación adecuada y sistemas de extracción para humo.

Aplicación

El terapeuta determinará los puntos clave a tratar según la condición del paciente, luego procederá con el tratamiento en el cual se enciende la moxa y se acerca al punto. La duración debe ser de entre 5 a 30 minutos por sesión.

Finalización

En esta última fase se apaga correctamente la moxa, se hidrata la piel si es necesario y el terapeuta informa al paciente sobre los cuidados inmediatos a tener después de la sesión para evitar cualquier malestar posible, como lo son la hidratación, el reposo y evitar la exposición a temperaturas extremas.

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¿Para quién está indicado?

Según la medicina china tradicional, la moxibustión es ideal para personas con síndromes por frío (畏寒 wèi hán), deficiencia de Yang (阳虚 yáng xū) y estancamiento de Qi (气滞 qì zhì).

Dado que es una terapia complementaria que aporta beneficios a diferentes ámbitos, la moxibustión es recomendada para personas con dolor en las articulaciones crónicos, tales como tendinitis, fibromialgia, y contracturas difíciles, así como para pacientes con fatiga o estrés (crónico o agudo), mujeres con desequilibrios hormonales, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o menopausia, personas con alteraciones digestivas o metabólicas como estreñimiento, con problemas respiratorios como el asma o con desequilibrios emocionales, y para todos quienes buscan terapias naturales para mejorar su calidad de vida.

¿Cuánto cuesta una sesión de moxibustión?

El precio de una sesión puede variar por diferentes factores como el país, el tipo de moxibustión o el establecimiento donde se aplica. Sin embargo los precios en España y Latinoamérica rondan entre los 30 a 70 euros por sesión y en EE.UU. y Europa entre los 50 a 120 euros por sesión. En muchos países, algunos seguros de medicina alternativa cubren parcialmente el tratamiento.

¿Cuáles son las contraindicaciones?

Al aplicar calor, la moxibustión podría empeorar algunas condiciones de la piel si no están bien tratadas y ser demasiado fuerte para pacientes más delicados como niños o adultos mayores, por eso hay que tener cuidado y no es recomendada para embarazadas (sin supervisión), personas con heridas abiertas o fiebre, pacientes con marcapasos o alergia a la artemisa, piel sensible o quemaduras, infecciones cutáneas, hipertensión no controlada y cáncer activo.

Es por eso que siempre hay que realizar un análisis previo y así determinar si el paciente es apto o no para el tratamiento de moxibustión. En cualquiera de estos casos se recomienda consultar con su médico de cabecera previamente para evitar todos los posibles riesgos asociados.

Efectos secundarios y precauciones importantes

Posibles reacciones adversas

Entre las reacciones adversas de la moxibustión podemos encontrar el enrojecimiento leve, foliculitis, mareos por liberación de toxinas (poco común), y reacciones alérgicas a la moxa. También puede manifestarse cefalea o náuseas, aunque estos son más comunes en la primera sesión.

Si no se tiene cuidado, se podrían experimentar quemaduras leves. Y entre los efectos graves pero raros podemos encontrar las complicaciones pulmonares o broncoespasmos causados por el humo que desprende la moxa, sin embargo estas suceden en menos del 1% de los casos.

Cómo evitar riesgos

Para evitar riesgos, lo más recomendable es acudir a un profesional certificado, pues este sabrá aplicar bien el tratamiento y dar las recomendaciones necesarias luego de la consulta.

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El paciente puede colaborar en evitar riesgos al aportar datos clave para el historial médico (test de sensibilidad térmica, historial de cicatrización, alergias conocidas) y seguir las recomendaciones del terapeuta postratamiento, que pueden incluir el uso de crema hidratante post-sesión, beber agua para eliminar toxinas, evitar frío extremo o ejercicio intenso, descansar si hay fatiga.

Además, antes de empezar la sesión se puede y debe verificar que estén los elementos necesarios para un entorno seguro, como lo son una ventilación adecuada, un extintor clase D disponible y que las superficies no sean de materiales inflamables.

Recomendaciones postratamiento

El terapeuta entregará una pauta de recomendaciones a seguir luego del tratamiento. Entre estas recomendaciones las más comunes que podemos encontrar son usar crema hidratante post-sesión, beber abundante agua para eliminar toxinas, evitar frío o calor extremo, ejercicio intenso y exposición al sol y descansar 24 horas si hay fatiga.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Se puede hacer moxibustión en casa?

Sí, con moxa indirecta y guía profesional. No se recomienda la técnica directa en casa sin experiencia pues puede resultar en quemaduras en la piel.

¿Cuánto dura el efecto de la moxibustión?

Depende de la condición del paciente, pero los beneficios suelen durar entre días y semanas.

¿Duele o es invasiva?

La moxibustión no duele si se aplica correctamente. Solo se siente un calor relajante en el cuerpo.

¿Se puede combinar con medicamentos?

Sí, pero debe informarse previamente al terapeuta para evitar interacciones que podrían ser contraproducentes.

¿Con qué frecuencia se recomienda?

Se recomienda de 1 a 3 sesiones semanales en tratamientos intensivos, y luego un mantenimiento mensual.

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Conclusión

Como hemos analizado en este artículo, la moxibustión es una terapia segura y eficaz con miles de años de historia y evolución que ha llegado hasta nuestros días por sus buenos resultados. Es ideal para aliviar dolencias físicas y emocionales de distinta índole, y siempre que se realice con supervisión experta se puede conseguir una mejor calidad de vida. Si buscas una alternativa natural para mejorar tu salud, esta técnica milenaria puede ser una excelente opción.